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Arquitectura religiosa. Catedral de San Martín. Pórtico del Paraíso. Orense. 

La Catedral de Orense, dedicada a San Martín de Tours, es un templo tardorrománico con claras influencias cistercienses. Originalmente constaba de tres naves, transepto y cabecera con triple ábside, posteriormente transformada por la construcción de la actual girola. Las naves tienen bóvedas de crucería sencilla y arcos doblados y apuntados que apoyan sobre pilares cruciformes con columnas adosadas. Cuenta con tres puertas románicas. Las portadas norte y sur son muy parecidas: un único arco de acceso con arquivolta interior polilobulada y diversa decoración escultórica. En su lado occidental se encuentra, a los pies del edificio, el Pórtico del Paraíso, de triple arcada y con abundante escultura románica policromada.
Catedral de Orense. Fachada sur, desde la Plaza del Trigo
Catedral de Orense. El cimborrio desde la Plaza de las Flores
La fachada sur de la catedral desde la Plaza del Trigo. Se aprecia el paño de acceso, con la portada y el pequeño rosetón superior, además de la torre del reloj.
Parte posterior de la catedral, desde la Plaza de las Flores con la girola, el cimborrio y la pequeña torre de la fachada sur a la izquierda.
Catedral de Orense. Planta
Catedral de Orense. Puerta sur
Planta actual de la catedral, en la trama urbana de Orense.
Puerta sur de la catedral. Tres pares de pilares a ambos lados y unas jambas interiores soportan las tres arquivoltas decoradas con distintos motivos.
Se edificó entre la segunda mitad del siglo XII y primera del XIII en sustitución de otro templo erigido por el rey suevo Carriarico (550-559) y destruido por las diversas razias musulmanas y normandas sufridas por Orense alrededor del siglo X. Según la escasa documentación conservada, su altar mayor se consagró en 1188.

El proceso de construcción se dividió en tres fases. En la primera, bajo el obispado de Pedro Seguín (1157-1169), se construye el ábside central y la mayor parte de los dos ábsides laterales. En la segunda, correspondiente al obispo Alfonso (1174-1213), se completan los tres ábsides y se construyen el transepto con las portadas norte y sur en sus extremos, además de los dos primeros tramos de la nave central. En la tercera, bajo el episcopado del obispo Lorenzo (1216-1248), se concluye la obra original y se realiza el Pórtico del Paraíso.
El cimborrio, gótico, se levantó entre 1499 y 1505. Durante el siglo XVI se realizaron diversas obras de reparación y ampliación, dirigidas por Rodrigo Gil de Hontañón y Juan de Herrera. Por último, la girola se construyó entre 1620 y 1633, demoliendo previamente los dos ábsides laterales del siglo XII.

Partes de la Catedral. 
 
Las naves. La nave del transepto y sus fachadas fueron realizados por el mismo equipo que posteriormente comenzó a construir, siguiendo el mismo diseño, las naves del brazo principal de la cruz, de nueve tramos. En los muros de los dos primeros tramos se repiten los contrafuertes unidos por arcos de medio punto bajo los que hay ventanas con remate semicircular. También se continúa la organización de los aleros con canecillos decorados principalmente con motivos vegetales, geométricos o incluso con cabezas de animales que soportan pequeños arcos de medio punto. 
 
A partir del tercer tramo de las naves, hay cambios tanto en el diseño como en la forma de construir, especialmente notables en las ventanas, los contrafuertes y los aleros. La nave central es de mayor altura, sus muros no están decorados y sus ventanas son de menor altura, arrancando de la cubierta de las naves laterales, ahora algo más altas. Además, los contrafuertes se simplifican y pierden el arco que los unía.

En el interior no es tan fácil distinguir las distintas etapas de construcción. Sólo el estudio detallado de los capiteles permite su diferenciación. Los que en los pilares soportan los arcos fajones de los tres primeros tramos se decoran con hojas lisas rematadas con pequeñas volutas. A partir del cuarto, se emplean tallas de varios tipos de hojas.

Catedral de Orense. Torre de campanas
La torre de campanas de la catedral. Modificada en el siglo XVII, alcanza cuarenta metros de altura y cuatro cuerpos en su composición, claramente influenciada por la de Santiago de Compostela.
Los adosados al muro están formados por grupos de tres de la misma forma que en las bóvedas del transepto y su decoración, en los primeros tres tramos, es de motivos vegetales, para pasar a tener ornamentación zoomórfica en los tramos intermedios y, de nuevo, vegetal en los tres últimos. Una imposta recorre las naves a la altura de los cimacios, sobre la que se abren ventanas con arcos de medio punto, salvo en el tercer tramo.
Catedral de Orense. Modulacion de la nave central
Catedral de Orense. Nave central y altar mayor
Paño de la nave central, con la imposta bajo las ventanas y las columnas adosadas a los muros que reciben los nervios de las bóvedas de crucería.
La nave principal de la catedral vista desde desde sus pies, con el altar mayor al fondo. Se pueden observar los arcos fajones y los nervios de las crucerías. 
Catedral de Orense. Tramo fachada original norte
Catedral de Orense. Coro alto
Patín norte. Tres tramos de la fachada original en el exterior de la nave lateral norte. El espacio delantero (patín=patio pequeño) fue reformado entre 1785 y 1787.
Últimos tramos de la nave central, con el coro alto existente sobre el Pórtico del Paraíso. Los arcos de las naves son ligeramente apuntados.
Las bóvedas, cuatripartitas y del mismo diseño que las del transepto, con nervios de media caña entre boceles y claves decoradas con motivos geométricos o vegetales. Los pilares de la nave sur tuvieron que ser reconstruidos en las obras de Rodrigo Gil de Hontañón a mediados del siglo XVI a partir del quinto tramo a causa de los daños que el templo había sufrido en los enfrentamientos entre los condes de Benavente y Lemos de 1471, perdiéndose varios capiteles.

Los que se conservaron muestran imágenes de la Epifanía en el crucero, además de motivos vegetales y de caza. Los capiteles medievales perdidos fueron sustituidos por Gil de Hontañón por un breve y sencillo tambor con estrías verticales cubierto por un cimacio. Los capiteles adosados al muro, las ventanas y las bóvedas siguen una pauta similar a los de la nave norte. En los tramos cuarto a sexto unos arcos de descarga en la base de los muros permiten la colocación de tres sarcófagos de obispos (arcosolios).


La nave del transepto se desarrolla con cuatro tramos a cada lado del crucero, tres de ellos apoyados directamente sobre los muros y el cuarto, adyacente al crucero, apoyados parcialmente sobre los pilares del mismo. Tanto la decoración de los capiteles como el diseño de los nervios de sus bóvedas son similares al resto de la iglesia. En las fachadas laterales del transepto (norte y sur) se abrieron dos pequeños rosetones, uno sobre cada puerta.  
 
El ábside principal (capilla mayor) y su tramo recto. El ábside central es el único que permanece de la cabecera original. Cubierto con una bóveda nervada que apoya sobre un muro lobulado hacia el interior y que se encuentra detrás del retablo mayor. Su conexión con el crucero se realiza mediante dos tramos rectos abovedados con una sencilla crucería. En los muros del segundo tramo se abren arcos de comunicación con las antiguas capillas laterales. La sencilla decoración escultórica de la zona consiste en capiteles ménsula con hojas, motivos florales, figuras animales y antropomorfas. Los nervios de las bóvedas consisten en dos boceles unidos por una media caña. 
 
Es muy posible que las bóvedas de crucería cuatripartitas que cubren estos dos tramos, y que después cubrirán el resto de naves de la iglesia, no formaran parte del proyecto inicial. Su empleo elevó la altura del edificio y permitió la apertura de un rosetón sobre el arco de medio punto de acceso al ábside. Por su exterior se comprueba que el muro fue movido y que fue necesario modificar las vertientes del tejado. 
 
El retablo mayor, aún gótico, que cubre el testero de la capilla se realizó a comienzos del siglo XVI. Dividido en cuatro cuerpos y cinco calles, muestra escenas de la vida de María y Jesús.

Catedral de Orense. Brazo norte del transepto, escalera
Detalle de la nave del brazo norte del transepto. La puerta inferior es el acceso a una de las dos escaleras de caracol que, simétricamente dispuestas en planta, se usan para subir al cimborrio y a las cubiertas. Los óculos que recorren el muro sirven de iluminación de la misma.
El cimborrio gótico. Construido por Rodrigo de Badajoz entre 1499 y 1505 para sustituir la bóveda de crucería capialzada que debía cubrir el crucero. Es probable que acabada la restauración de la fachada norte el cabildo decidiera su construcción porque la bóveda original estuviera parcialmente dañada por la ruina de la primera. Tiene tres cuerpos en altura. El cuerpo inferior cuenta con grandes ventanales apuntados con tracería trebolada. El segundo, separado del primero por un grueso cordón, tiene ventanales parecidos pero más pequeños. El tercero tiene en cada una de sus caras dos ventanales sencillos. Los ángulos del octógono se remarcan con esbeltos pilares rematados con pequeños pináculos entre los que se disponen petos con una decoración de escamas. 
 
El interior presenta las dos primeras alturas de ventanales, delante de las que hay unos corredores con balaustrada de madera. Las esquinas interiores se construyen mediante pilares decorados de los que, a la altura del suelo del segundo corredor, nacen los nervios de la bóveda que cubre el conjunto. Toda la estructura del cimborrio descansa sobre los cuatro arcos del crucero, ochavados por unos arcos a modo de trompas. Todo ello se decora con figuras de los apóstoles, escudos, ángeles, hojas. 
La bóveda de crucería del cimborrio se compone de una zona central con ocho nervios radiales que transmiten sus empujes a los nervios de un nivel inferior y que, trabajando como arcos, los llevan hasta los pilares en que apoyan que, a su vez, descansan sobre los arcos del crucero. Cada tramo de los corredores se corresponde con una de las ventanas geminadas.
Catedral de Orense. Interior del cimborrio
Catedral de Orense. Boveda de la girola
El cimborrio gótico, visto desde las naves del crucero. Se puede apreciar la bóveda de crucería y los dos niveles de sus corredores.
Detalle de la bóveda de cañón de la girola, con lunetos y decoración clásica. Las ventanas se encuentran sobre los arcos de acceso a las capillas.
La girola. Su construcción se decide en 1607 con el fin de lograr aumentar el número de capillas. La dificultad de llevar a cabo la obra, que suponía el derribo de los ábsides colaterales al ábside mayor, además de un claustro situado en la cabecera de la catedral, impidieron que los trabajos comenzaran hasta 1620 bajo las órdenes del arquitecto Simón de Monasterio. Con su muerte, cuatro años después, comenzaron una serie de dificultades que ocasionaron serios retrasos en las obras, concluidas prácticamente en 1633. 
 
La estructura renacentista de la girola, muy influida por Juan de Herrera, respeta el ábside central aunque modifica notablemente el aspecto de la parte exterior de su muro adosándole pilastras dóricas. La nave circular queda dividida en siete tramos, cinco de ellos cubiertos con bóvedas de cañón y con lunetos mientras que los dos correspondientes a los antiguos ábsides respetarán su cubrición original. 
 
Las cubiertas de las capillas de la girola se resuelven con bóvedas de cañón con casetones. Sobre los arcos de acceso de éstas, se disponen ventanas para iluminar el deambulatorio. De las siete capillas, únicamente cinco son espacios amplios cerrados con rejas. Las dos restantes se limitaron  a la construcción de nichos de arco de medio punto y escasa profundidad aunque suficiente para albergan sendos altares. 
 
Las portadas norte y sur. La composición inicial de las dos fachadas del transepto debió ser muy similar. En la calle de Juan de Austria se encuentra la portada norte. Esta portada sufrió severos  daños durante el ataque del conde de Benavente en 1471. Su gravedad fue tal que obligó a acometer las obras de su reconstrucción tres años más tarde. Este hecho explica la mezcla de elementos románicos y góticos que puede observarse en la fachada actual. Compositivamente, la fachada consta de dos cuerpos. El cuerpo bajo arranca con una jambas y tres pares de columnas con fustes y capiteles muy deteriorados y modificados, sobre éstos y sus cimacios (rehechos a finales del siglo XV), tres arquivoltas -también relabradas en la misma época- combinan decoraciones de temas vegetales y animales. El cuerpo alto de la portada consiste en un tímpano con una Piedad en el centro, bajo una cruz sobre ésta y figuras de ángeles con los instrumentos de la Pasión. La fachada norte se remata con un rosetón de tracería gótica, mucho más grande que el original de la fachada sur, y dos pequeñas torres en las esquinas de la nave, a modo de contrafuertes. 
 
La portada sur, en la Plaza del Trigo, es la mejor conservada. Flanqueada también por dos torres de las mismas características que las anteriores, aunque una de ellas, la situada a la derecha fue modificada y elevada en el siglo XVI para alojar un reloj. Está formada por dos cuerpos. El inferior, bajo un alero con arquillos peraltados para protegerla parcialmente de la lluvia, aloja un arco de medio punto con un tímpano liso. La puerta, al igual que la situada al norte, consta de unas jambas y tres pares de fustes sobre cuyos capiteles descansan las correspondientes arquivoltas decoradas. Sobre este cuerpo hay otro con un pequeño rosetón. La parte superior de la fachada aún conserva las almenas originales, en su función defensiva que adoptaron muchos edificios religiosos de la época.

Catedral de Orense. Portada norte
Portada norte de la iglesia. Parcialmente destruida en el siglo XV fue reconstruida en pocos años, añadiéndosele diversos elementos góticos que la diferencian de la portada sur, mejor conservada. Algunas columnas conservan las esculturas originales.
Catedral de Orense. Fachada oeste y escalinata
Catedral de Orense. Fachada oeste, detalle de la escalinata
A la izquierda, la fachada principal en el lado de poniente de la catedral vista desde la plaza de San Martín, con la escalinata realizada entre 1975 y 1981 para permitir su acceso desde la misma. La escalinata pasa por encima de la Calle de las Tiendas con un amplio arco.


A la derecha, detalle del encuentro entre la escalinata y la antigua balconada. La distinta altura de la portada y la calle de las Tiendas impidió el acceso al templo desde el exterior a través de esta puerta hasta su construcción, para lo que fue preciso la demolición parcial de su balaustrada. 
Calle de las Tiendas, antes de construir la escalinata oeste
Calle de las Tiendas en la actualidad
Imagen de la calle de las Tiendas tomada en 1960, antes de la construcción de la escalinata. Se observa la continuidad de la balaustrada que protegía la diferencia de alturas.
Calle de las Tiendas, a los pies de la fachada principal de la catedral. Sobre esta calle se construyó el arco de la escalinata que permite el acceso desde el exterior.
La portada oeste y el Pórtico del Paraíso. El terreno sobre el que se construyó la catedral tiene un desnivel de varios metros hacia el oeste, lo que sin duda dificultó su construcción en la zona de sus pies al obligar a crear un amplio basamento consistente en contrafuertes unidos por arcos de medio punto y macizados, aunque algunos de ellos se realizaron con bóvedas de cañón que albergan locales comerciales. La voluminosa solución delimitó las calles de su entorno. Es un sistema similar al empleado en la Catedral de Santiago con la cripta bajo el Pórtico de la Gloria, aunque más pobre. De hecho, el acceso a la catedral por esta fachada era imposible hasta la construcción de la escalinata occidental entre los años 1975 y 1981 que la comunica con la plaza de San Martín. La portada principal abría a un espacio hasta entonces similar a una balconada sobre la calle de las Tiendas. 
 
La fachada, que forma un nártex que protege al Pórtico del Paraíso, está compuesta por tres arcadas románicas ligeramente apuntadas. En el siglo XVI se encargaron a Rodrigo Gil de Hontañón una serie de modificaciones para estabilizarla, añadiéndose al hueco central unos arcos rebajados de medio punto separados por un parteluz y unos contrafuertes. La altura de los huecos laterales también se redujo al convertir en rosetón lo que era su arco original. La torre de las campanas, a la izquierda, se modifica en la segunda mitad del siglo XVII aumentando de espesor los dos primeros cuerpos románicos y añadiendo los dos últimos. En el lado derecho, permanece inconclusa torre de San Martín, comenzada durante los trabajos de Rodrigo Gil. 
 
Tras la fachada se encuentra el Pórtico del Paraíso, concluido, muy probablemente, durante el gobierno del Obispo Lorenzo, en la tercera y última fase de la construcción inicial. Está formado por tres arcos dobles, el central de mayor tamaño, con abundante escultura policromada. 
 
Los pilares se apoyan sobre basamentos que originalmente estaban labrados con motivos zoomórficos, aunque fueron retallados y se perdieron dichas representaciones. Sobre el basamento se apoyan columnas de fuste liso, que terminan en capiteles sobre cuyos cimacios de motivos vegetales descansan estatuas columna de apóstoles y profetas. Sobre sus cabezas hay una nueva serie de capiteles con cimacio que sirven de apoyo a los arcos y a otras esculturas sobre las que, a su vez, se asientan los nervios de las bóvedas realizadas en el siglo XVI por Rodrigo Gil. Los capiteles con escultura zoomórfica son más numerosos, representan diversos tipos de animales, incluso seres fantásticos (harpías, centauros, sirenas, dragones) En otros capiteles aparecen figuras humanas. 
Portico del Paraiso, el apostol Santiago en la base del parteluz
Base del parteluz central del Pórtico, con la imagen de Santiago, escultura del primer tercio del siglo XIII colocada ahí en 1857.
La decoración del arco norte está realizada con motivos vegetales. En el arco central sólo se conservan los veinticuatro ancianos del Apocalipsis con instrumentos de la época. El arco sur representa el Juicio Final, con Cristo como juez y el arcángel San Miguel. En los laterales del nártex hay sendos altares barrocos. La imagen sedente de Santiago en el parteluz central se colocó en 1857, si bien su talla se fecha en el primer tercio del siglo XIII. 
Portico del Paraiso, arco norte , detalle del pilar
Portico del Paraiso, arco norte
Pilar izquierdo del arco central, tras su reciente restauración.
Pórtico del Paraíso. Arco de la nave norte, adornado con motivos vegetales.
Portico del Paraiso, detalle de la base de columnas
Portico del Paraiso, arco norte , detalle del pilar y del arco central
Basamento de los pilares, con restos de los motivos animales que lo adornaban.
Pilar entre el arco de la nave norte y el central.
Portico del Paraiso, arco central
Portico del Paraiso, bovedas goticas del nartex
El arco central, con los ancianos del Apocalipsis.
Bóveda de tracería gótica en el nártex, obra de Rodrigo Gil en el siglo XVI
Portico del Paraiso, arcos central y sur
Portico del Paraiso, arcos central y norte
Pilar entre la puerta central y la de la nave sur.
Detalle de los arcos central  -con su parteluz- y norte.
Portico del Paraiso, arco sur
Portico del Paraiso, vista general del nartex desde su lado sur
Detalle del arco de la nave sur, con motivos del Juicio Final.
Vista general del nártex, desde su lado sur.
La ciudad de Orense se fundó en época romana. Una pequeña guarnición protegía un puente sobre el río Miño que se conserva en la actualidad tras diversas restauraciones. El núcleo de la población se hallaba en el entorno de la actual Plaza Mayor. La comarca era entonces rica en oro y fuentes termales. En la Alta Edad Media, la ciudad mantuvo cierta importancia como núcleo comercial gracias a su puente, llegando a ser corte del breve reino suevo y sede episcopal. Sufrió incursiones musulmanas y normandas durante los siglos X y XI. En el siglo XII, la jurisdicción de la ciudad pasa a ser de sus obispos, que la mantendrán hasta principios del siglo XVII, quienes marcarán la historia de la ciudad tomando las decisiones hasta que el Concejo se convierte en la institución más importante. A comienzos del siglo XIX, Orense es una ciudad poblada principalmente por hidalgos, artesanos y religiosos. En este siglo, su designación como capital de la provincia crea una nueva clase funcionarial y, con la llegada del ferrocarril, se consolida una clase burguesa formada en su mayor parte por emigrantes castellanos. Tras la Guerra Civil, una fuerte emigración procedente de la provincia generó un importante crecimiento demográfico hasta alcanzar los algo más de cien mil habitantes con que cuenta en la actualidad.
Orense. Soportales de la Plaza del Trigo
Orense. Dependencias de la Catedral desde la Plaza de las Damas
Plaza del Trigo, al sur de la catedral (cuyo extremo este puede apreciarse a la izquierda de la foto) con los soportales típicos de los edificios de vivienda. Al fondo, la Plaza de las Flores.
Fachada de las dependencias del lado sur del conjunto de la catedral, vista desde la Plaza de las Damas. Al fondo están las torres que flanquean la portada.
Además de sus puentes, es interesante su casco antiguo. Las calles, en su mayoría peatonales y relativamente estrechas, y sus plazas como la del Trigo, la del Hierro, la del Corregidor, la de los Caballeros o la del Eironciño, conforman un núcleo que alberga edificios como la propia catedral, diversas iglesias como las de Santa María Madre o Santo Domingo, el convento de San Francisco y el Palacio Episcopal. Los soportales son frecuentes en esta zona, destacando los de la Plaza Mayor, centro de la vida orensana