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Arquitectura religiosa. La estructura de la iglesia de San Pedro, Ciudad Real. 

La iglesia de San Pedro y San Pablo de Ciudad Real es un edificio gótico que comenzó a construirse durante la segunda mitad del siglo XIV, finalizándose en el siglo XV. Cuenta con tres naves, siendo la central más ancha y ligeramente más alta que las laterales. Está compartimentada en cuatro tramos mediante pilares con ocho columnas adosadas. Parte de sus muros exteriores y sus tres portadas son del siglo XV. El edificio, una vez realizado, tuvo que ser sometido a numerosas obras de consolidación estructural para evitar su ruina, por lo que en su exterior se aprecian diversos anexos de distintas épocas.
San Pedro, refuerzos fachada norte
Orientada al este, la cabecera consta de un único ábside poligonal, de siete lados, siendo añadidos posteriores las capillas laterales para cuya intercomunicación se abrieron sendos arcos rebajados en el primero. Se cubre con una bóveda nervada con igual número de plementerías que lados tiene el polígono. En los cinco paños centrales se abren ventanas con vano geminado. Dicha capilla mayor hubo de ser reconstruida ya en el año de 1473 por el regidor Fernando de Torres. 
 
El crucero, a pesar de no estar marcado en planta ni en altura, forma un tramo de mayor amplitud que va resaltado con una bóveda más complicada que las restantes. Así pues, este tramo se cubre con una bóveda de terceletes, mientras que las demás será de aristas, con plementería de piedra. Los tres tramos de los pies se realizaron con plementería de ladrillo. Uno de estos tramos, el correspondiente al lado de la Epístola, tiene un menor desarrollo debido a que alberga, en parte, la torre.

Tres portadas dan acceso al interior del templo : la del Perdón, formada por un arco ligeramente apuntado, situada en la fachada del lado oeste del edificio, marcada por gruesos contrafuertes. La de la Umbría, similar a la anterior, situada en la fachada norte -que será estudiada en el desarrollo del artículo- centrada entre dos grandes contrafuertes cilíndricos. La portada del Mediodía, mucho más sencilla formalmente, se encuentra en la fachada que cuenta con un mayor número de soluciones distintas a la hora de consolidar la estructura del edificio: la torre y la capilla lateral.

Refuerzo con contrafuertes semicirculares en la fachada norte (Puerta de la Umbría).
La capilla de la nave del Evangelio se realizó, por orden de Dª Juana Manzolo Treviño de Loaisa en tiempo de los Reyes Católicos. La capilla del lado de la Epístola, denominada de los Veras, amenazó ruina a principios del siglo XVII, siendo reparada por la iglesia en 1650. La capilla del Chantre se terminó en 1501, siendo sufragada por el Chantre de Coria, D. Fernando Alonso de Coca, canónigo de Sigüenza y capellán de los Reyes Católicos. 
 
El Bachiller Juan de Arévalo, cura de esta iglesia por un espacio de 40 años, dedicó su fortuna a la mejora del templo. Sus albaceas dieron la orden de construir, primeramente, la sacristía nueva, con sus portadas exterior e interior. A la vez que en 1590 se construía la portada de ingreso en la torre, se comenzó la construcción del coro, terminándose la obra en 1615.

La iglesia cuenta con tres naves y un ábside acompañado por dos capillas laterales. El crucero se resuelve mediante una bóveda de terceletes, no estando considerablemente diferenciado del resto por altura o tamaño en planta. Las bóvedas de crucería, incluida la del crucero, presentan una diferencia de cotas entre sus claves y las de los arcos sobre los que descansan de alrededor de 80 cm, sumando la sección del arco. La sobrecubierta, de cerchas de madera, ha sido modificada y sustituida varias veces durante la vida del edificio. 
 
El edificio tiene una organización espacial muy sencilla, con un escaso desarrollo de vanos y una falta de grandes huecos en los muros, a pesar de lo cual se advierte en sus elementos estructurales una plan mal calculado que hubo de ser corregido según la construcción avanzaba. Dichas soluciones, encaminadas siempre a que las bóvedas no se abran, marcan formalmente el exterior del edificio. En el interior se aprecian una serie de deformaciones - actualmente asentadas - que delatan los primeros fallos de la estructura pero no se realizaron actuaciones, excepto la posición de la torre a los pies, que supusieran variaciones manifiestas en cuanto a su aspecto formal.

San Pedro, plantas
Planta de la iglesia antes y después de los refuerzos. La estructura original (representada en la planta de la izquierda) hubo de ser rápidamente reforzada para evitar su colapso según se indica en la planta de la derecha. La fachada de los pies de la iglesia (oeste, puerta del Perdón) se reforzó con gruesos contrafuertes y con la construcción de la torre que comparte con la fachada del mediodía. En esta última, además de reforzarse con la torre, hubo de construirse una capilla exterior de planta cuadrada que contrarrestase los empujes que no eran capaces de resistir los contrafuertes originales. Por último, los estribos de la fachada norte (puerta de la umbría) fueron recrecidos mediante contrafuertes cilíndricos. Los refuerzos están destacados utilizando un tramado más denso en el dibujo.
San Pedro, torre fachada sur
San Pedro, fachada sur
San Pedro, estribo fachada sur
Tres fotografías de la fachada del mediodía: una general y dos de detalle. Esta zona del edificio, en la que permanece uno de los estribos originales situado a la derecha de la puerta, tuvo que ser reforzada construyendo la capilla cuyo muro se observa parcialmente en la fotografía central y que “apuntala” el estribo existente en su punto de encuentro con el muro de fachada de la iglesia. En la fotografía de la derecha, la torre se utiliza para reforzar el estribo correspondiente. En ambos estribos se puede comprobar, además de su escasa sección, la presencia de un pináculo con función meramente decorativa y no estructural.
San Pedro, contrafuerte fachada oeste
San Pedro, torre fachada oeste
San Pedro, fachada oeste
Tres fotografías de la solución adoptada en la fachada de la Portada del Perdón (fachada oeste). Además de construir la torre en su esquina con la fachada sur, los contrafuertes originales vieron incrementada su sección de 88 x 88 cms hasta 238 x 150 cms, de tal manera que contrarrestaran los empujes estructurales de los arcos, tal y como se observa en las dos fotografías superiores. La fábrica de los mismos es claramente distinta a la de los originales tanto en tamaño de los sillares como en su corte - prácticamente perfecto - y calidad y naturaleza de la piedra, por lo que más que de un refuerzo se trata de una sustitución.
Varios fueron los errores de diseño que provocaron, en poco tiempo, que la estructura de la iglesia presentara deficiencias que hicieran aconsejable tomar medidas para solucionarlos. De hecho, muchas de las a continuación citadas fueron ejecutadas antes incluso de terminar la obra, dado el peligro de colapso de presentaban los elementos y zonas afectados. 
 
Descartando un fallo general o puntual en la cimentación - la capacidad portante del terreno en esta zona de la ciudad puede rebasar los 3,50 kg/cm2 y las luces relativamente cortas no indican la necesidad de una cimentación distinta a la común que se realizaba en la época - parece evidente que un defecto en el cálculo y trazado de los estribos y de los pilares centrales hizo que comenzaran a abrirse la bóvedas nada más retirar las cerchas que se habían empleado para la construcción de los diversos paños. De hecho, los estribos son tan pequeños que llaman la atención ya sin necesidad de verificar sus proporciones. Sus dimensiones en planta son de apenas 84 cm x 84 cm, lo que, sumado a un espesor de muro de 110 cm, no cumple con la regla de proporción al uso de la época, con lo que la línea de empujes de la estructura sale fuera de los mismos, provocando su colapso. En parte la estructura fue considerada equivalente a la de las antiguas iglesias románicas, pero sus soluciones góticas no se supieron aplicar correctamente. Muestra de lo anteriormente dicho son las deformaciones de los pilares de la nave central y la aparición en los tramos de bóvedas de crucería de diversas grietas, hoy no visibles, aunque hay algunas que responden a este tipo de defecto y grietas de Sabouret en su encuentro con el muro. 
 
El otro defecto es la ausencia de un peso - pináculo - sobre los pilares centrales que ayude a centrar la línea de presiones que el tramo de bóvedas central descarga sobre ellos. La deformación provocada sobre los mismos por la acción combinada de ambos errores puede llegar a 50 - 55 cm en la parte superior de los pilares paralelos a la fachada de la puerta de la Umbría (norte).
San Pedro, refuerzos fachada umbria
San Pedro, contrafuerte esquina
San Pedro, detalle cornisa esquina
Fachada norte o de la Umbría. Los estribos originales, de sección insuficiente, se reforzaron con contrafuertes semicirculares de distintos tamaños. En su parte superior se mantiene el pináculo de cada estribo. 
En las dos fotografías superiores, que corresponden a la esquina entre la fachada oeste y la fachada norte, se aprecia el contrafuerte de esquina continuación de los dos anteriores, con una dimensión algo superior: 338 x 185 cms y con las mismas características constructivas antes expuestas, girado 45º para contrarrestar los empujes laterales. Se aprecia también la falta de continuidad de la cornisa original del edificio en las zonas próximas a los nuevos contrafuertes.
San Pedro, cabecera
San Pedro, detalle refuerzos fachada umbria
San Pedro, encuentro fachada umbria
El ábside de la cabecera de la iglesia conserva aún gran número de los estribos sin modificar, debido al tipo de bóveda empleada en su cubrición, que origina unos empujes horizontales menores.
Detalle de la posición de un estribo original apeado con uno de los contrafuertes semicirculares en la fachada de la Umbría. Los contrafuertes superan sobradamente la relación necesaria para garantizar su estabilidad.
Unión de la fachada de la Umbría con la zona de la cabecera de la iglesia. El estribo de la esquina fue reforzado con un contrafuerte menor. El muro de la izquierda pertenece a la capilla del Nazareno.
No debió pasar mucho tiempo para que se reforzaran los contrafuertes del lado norte. Esta operación se realizó añadiendo a la iglesia una serie de cuerpos cilíndricos de gran volumen que marcan formalmente toda la fachada norte. Cada estribo original fue reforzado -realmente, apeado- recreciendo su sección hasta sobrepasar con mucho la relación anteriormente citada mediante estos cilindors. De la parte superior de estos refuerzos surge parte superior del estribo apeado, con un diminuto pináculo más formal que estructural. 
 
La solución del lado norte -aumentar el tamaño de los estribos- se repite en la fachada del mediodía pero con la diferencia de que, en vez de reforzar cada uno con un elemento cilíndrico añadido exteriormente, se hacen coincidir con los mismos muros de amplia sección pertenecientes a la torre campanario y a la capilla del lado sur de la iglesia, conocida como capilla de los Coca. El hecho de que la torre tenga una posición en planta tan extraña es el resultado de intentar con ello solucionar el problema de los dos estribos más próximos a los pies de la iglesia. Puede apreciarse en las fotografías como refuerza el estribo situado a la izquierda de la portada del mediodía y como se alinea con la fachada oeste para contrarrestar así el empuje proveniente del último tramo de bóvedas del edificio. No se reforzó, sin embargo, el contrafuerte situado a la derecha de la portada del mediodía. La torre adopta una postura girada en planta para lograr alcanzar dichos puntos con el mínimo tamaño. Es muy probable que, hasta que se levantaran la torre y la capilla de los Coca se utilizara algún tipo de apeo de la estructura en esta fachada.
 
Cabe destacar que la utilización de la estructura de la torre para solucionar dicho problema provocó un esfuerzo sobre la misma que dio origen a una serie de grietas que han debido ser reparadas hacia 1980. El cuerpo de la capilla de los Coca, en el lado sur de la iglesia incrementa directamente la sección de uno de los contrafuertes de la fachada. La misma estructura de la capilla indica una precaución manifiesta - quizá exagerada - para evitar que su bóveda de terceletes tenga los problemas anteriormente mencionado. Se refuerzan las esquinas con contrafuertes cilíndricos y se dota al muro de una sección incluso superior a los del resto del edificio. Con el refuerzo lateral de la estructura del edificio debió de desaparecer el peligro de las bóvedas se abrieran más y colapsaran, por lo que se explica que no se solucionara la falta del peso sobre los pilares centrales, manteniendo éstos su deformación original hasta hoy. 
San Pedro, nave central
San Pedro, cuerpo torre
San Pedro, bovedas
Nave central y ábside principal. Tanto los pilares de la nave de la Epístola, a la derecha, como los de la nave del Evangelio, a la izquierda, acusan una notable deformación.
El cuerpo de la torre se empleó como refuerzo de la zona inferior de la nave de la Epístola y su encuentro con la fachada del mediodía.
Los movimientos sufridos tanto por los arcos como por la plementería de las bóvedas se deben al mal diseño de los estribos de fachada
San Pedro, pies Evangelio
San Pedro, nave central desde Evangelio
San Pedro, deformaciones Evangelio
Pies de la nave del Evangelio.
Pies de la nave central, desde la del Evangelio.
Deformaciones en la nave del Evangelio.
Las deformaciones son, hoy día, muy evidentes vistas desde la nave central de la iglesia. Pueden apreciarse especialmente en sus pilares, cuya parte superior se ha desplazado hasta 50 centímetros hacia ambas naves laterales. Las deformaciones son más acusadas a partir de los capiteles situados a media altura de las columnas, pues son provocadas por el empuje horizontal de las bóvedas de crucería de las naves. El empuje de las bóvedas de la nave central no era contrarrestado, al inicio de la vida del templo, por las naves laterales al no contar los contrafuertes dispuestos en fachada con una sección del tamaño suficiente como para absorberlos y encauzarlos verticalmente hacia la cimentación. Por este motivo, y vistas las deformaciones que tuvieron que producirse con bastante rapidez una vez concluida la iglesia, fue necesario ampliar urgentemente la sección de los contrafuertes mediante la adición de cuerpos macizos a la fachada norte. Es muy probable que, en la fachada sur, se empleara algún otro tipo de contrarresto hasta que se añadieron los cuerpos de la torre y la capilla, aunque fuera de manera provisional. Los refuerzos de la fachada oeste se realizaron con posterioridad a los de las dos fachadas laterales, al ser empujes de menor envergadura los que la afectaban.

En la fachada oeste -Puerta del Perdón- se reforzaron o sustituyeron (posiblemente esto último) los contrafuertes originales. La fábrica de los mismos es claramente distinta a la de los originales tanto en tamaño de los sillares como en su corte -prácticamente perfecto- y calidad y naturaleza de la piedra. Las bóvedas de crucería debieron de estar aquí seriamente dañadas por la tendencia a abrirse hacia el norte y el sur (ya explicada) añadida a su desplome hacia el oeste, lo que explica que se sustituyera la plementería de piedra de las tres bóvedas de los pies por ladrillo. En esto también influiría la situación de la torre, que obligaba a sustituir toda la plementería y nervaduras de una de ellas. El estribo colocado en la esquina se giró 45 grados para anular los empujes laterales. Se aprecia claramente la no continuidad de la cornisa original del edificio en las zonas próximas a los nuevos contrafuertes de la mencionada fachada.  
 
Anteriormente se ha indicado que la capilla mayor hubo de ser reconstruida en el año 1473. Posteriores a esta fecha son la dos capillas laterales, la del Nazareno y la de los Veras, que se comunicaron con el espacio central de la iglesia mediante la apertura de huecos en sus muros resueltos con arcos de medio punto. La apertura de dichos huecos no deterioró la estructura del edificio. Dichas capillas se dispusieron de tal forma que ayudaran a transmitir empujes de la estructura, reforzándose también los contrafuertes del cuerpo central de la iglesia. El ábside no tuvo que ser reforzado exteriormente, habiendo estado oculto por diversas edificaciones hasta fechas recientes 
San Pedro, pilar
San Pedro, pilares Evangelio
San Pedro, Evangelio y abside
La deformación es muy apreciable en cualquiera de los pilares del edificio.
La zona superior de los pilares se encuentra desplazada medio metro hacia las naves laterales.
Parte superior de la nave del Evangelio, con el ábside de la iglesia a la derecha de la imagen.