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Las claves del Románico. El Duero. Capítulos 07 a 13.

Esta segunda parte de episodios perteneciente a la primera temporada de la serie estudia aspectos fundamentales de la sociedad y construcción medieval. Si los primeros seis capítulos nos introducían en aquella época estudiando sus monasterios, el sistema de repoblación y los conocimientos de la época, los siete que aquí se enlazan estudiarán sus catedrales y colegiatas, sus fortalezas, sus costumbres y sus ciudades, terminando con el Camino de Santiago. 
Capítulo 07. Catedrales y colegiatas.
 
El Románico en Castilla y León se ha identificado siempre con la imagen de la pequeña iglesia rural, pero no hay que olvidar las grandes realizaciones arquitectónicas que desarrolló con las aparición de las primeras ciudades.

Se trata de las catedrales y colegiatas, que tenían una marcada función social además de religiosa. Estos edificios religiosos marcan el perfil de las ciudades como símbolo de la cultura cristiana.
Capítulo 08. La construcción románica.

Si algo caracteriza a la construcción románica es su solidez, fruto del sistema adoptado por los maestros y arquitectos de la época.

La piedra, como material constructivo principal de los edificios más importantes, el uso del arco de medio punto y la bóveda de cañón, los huecos de escaso tamaño, el grosor de sus muros o el empleo de contrafuertes son características bien conocidas de la arquitectura de estos siglos. 

Capítulo 09. Reconquista y fortificación.
 
El arte románico en nuestro país se desarrolla en paralelo a la reconquista del territorio, hasta entonces en poder de los musulmanes.

En este programa se muestra la variedad de construcciones defensivas que ambos contendientes efectuaron a los largo de las cambiantes líneas de confrontación en Castilla y León: atalayas, torreones, fotalezas, castillos, iglesias encastilladas, ciudades y pueblos amurallados..

Capítulo 10. Fiestas, juegos y espectáculos.
 
En la Alta Edad Media, cualquier momento era idóneo para olvidar la dureza de la vida cotidiana. Las fiestas siempre estaban asociadas al calendario y a las faenas agrícolas, del carnaval a la vendimia. Se conocen algunos juegos que practicaba el pueblo y también la nobleza, que además dedicaba parte de su tiempo a la celebración de torneos y a la caza con rapaces, como ha quedado reflejado en un buen número de capiteles de iglesias románicas.

Los juglares, acróbatas y danzantes fueron el antecedente de los espectáculos teatrales posteriores. Música religiosa y popular ejecutada por músicos cuyos instrumentos conocemos gracias a las imágenes en piedra que los canteros dejaron en las portadas de las iglesias románicas.
Capítulo 11. Las ciudades románicas (1ª parte).

La muralla en la lejanía es la impronta que las ciudades románicas han dejado en nuestro paisaje actual.

Tras una introducción general sobre la forma y funcionamiento de una ciudad de la época, el documental muestra los cuatro tipos de ciudades medievales que pueden distinguirse según su origen y las condiciones de su nacimiento: las ciudades defensivas, como Ávila; las capitales comerciales, como León o Burgos; las ciudades de apoyo a los caminos, como Castrojeriz; y, por último, las bastidas, ciudades construidas de nueva planta con finalidad tanto defensiva como económica, como Bivriesca.
Capítulo 12. Las ciudades románicas (2ª parte).

Este segundo capítulo dedicado a las ciudades románicas comienza estudiando una de sus construcciones más características: las murallas. También se observan distintos detalles de otras edificaciones.

Además, se muestran ciudades como Segovia, que conserva una significativa colección de arquitectura civil y religiosa medieval, recorriendo barrios representativos, como el de los Caballeros o el de las Canonjías; o como Soria, con sus notables construcciones religiosas. Por último, el documental estudia Salamanca, ejemplo de la apertura que las ciudades significaban en una sociedad fundamentalmente agrícola e inmóvil durante siglos. 
Capítulo 13. El camino de Santiago.

En el mundo medieval lo habitual es que las personas pasaran la vida sin conocer otra tierra que aquella en la que habían nacido, auqnue con excepciones como los pastores, los clérigos, los artistas o la gentes de armas. Los labradores podían participar, a lo sumo, en alguna romería que llevara dos o tres días de camino desde su aldea.

La gran excepción a la inmovilidad física de la sociedad medieval es el Camino de Santiago.