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Varios. Museo del Vidrio. La Granja de San Ildefonso, Segovia. 

El Museo del Vidrio ocupa parte del inmueble que perteneció a la antigua Real Fábrica de Vidrios y Cristales de La Granja, un amplio edificio industrial de más de veinticinco mil metros cuadrados que fue construido a finales del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III. El Museo da a conocer la fabricación del vidrio, además de albergar colecciones temporales y permanentes sobre vidrios europeos de los siglos XVI al XIX, cristales de La Granja de los siglos XVIII al XIX, vidrieras de la Casa Maumejean y vidrios contemporáneos.
La Real Fábrica de Vidrios y Cristales fue edificada en La Granja de San Ildefonso (Segovia) durante el reinado de Felipe V, primer rey de la dinastía Borbón en España.  
 
Los oficiales Ventura Sit y Carlos Sac, procedentes de la extinta Fábrica de Vidrio que Juan de Goyeneche había fundado en Nuevo Baztán durante el reinado de Carlos II, construyeron un primer horno en 1727 con el fin de abastecer al Palacio de La Granja de vidrios planos para ventanas y espejos, trabajando por cuenta propia durante varios años. Los fundadores de la nueva empresa eligieron su localización no sólo por su proximidad al nuevo palacio, sino que también fueron fundamentales tanto la abundancia de combustible existente en los pinares de Valsaín y en los robledales cercanos a La Granja como la existencia de grandes yacimientos de materias primas (arenas silíceas y arcillas refractarias) en municipios vecinos.  
 
Los vidrios salidos de este primer horno eran de pequeño tamaño, de alrededor de un pie según distintos autores, al emplearse posiblemente para su ejecución la técnica del soplado. En poco tiempo, y ya bajo el patrocinio real desde 1736, las instalaciones fueron ampliadas y la mejora de las técnicas fabricación permitió mayores tamaños de vidrios planos mediante el sistema de colado. También se comenzó la producción de cristales labrados utilizando el plomo en su composición y de cristales alemanes con vidrio de base potásica. Para ello se trajeron maestros expertos de diversos puntos de Europa que formaron y dirigieron posteriormente a sus discípulos españoles. Durante el reinado de los primeros Borbones la demanda de productos era considerable y se mantendría así hasta la ocupación francesa al final del reinado de Carlos IV. 

Museo del Vidrio, fachada principal
Entrada al Museo en la fachada principal del edificio. El nuevo edificio neoclásico se construyó durante el reinado de Carlos III en las afueras de La Granja, empleando sillares de granito y ladrillos como materiales principales.
Museo del Vidrio, patio
Museo del Vidrio, acceso
Uno de los patios de la antigua fábrica, con edificaciones de distintas épocas. 
Acceso a la zona del Museo desde la entrada principal.
Museo del Vidrio, nave de hornos bajo cupula
Museo del Vidrio, nave de hornos
Espacio de exposición bajo una de las dos cúpulas de la nave de hornos.
Antigua nave de hornos, con muestra de la maquinaria de la fábrica.
Museo del Vidrio, nave de raspamento
La mayor parte de la producción se destinaba, mediante privilegios reales que le concedían el monopolio de la venta de vidrio en Madrid y en las residencias reales, tanto a la ejecución de huecos (ventanas y puertas) en cerramientos constructivos como a la elaboración de espejos, muebles, lámparas, vajillas y adornos interiores o trabajos de óptica, todos ellos hasta entonces dependientes de costosas importaciones.  
 
El edificio de la fábrica sufrió, pues, distintas reformas de mejora y ampliaciones con el fin de aumentar tanto cantidad como la calidad de sus productos hasta que, a finales de septiembre de 1770, un incendio destruyó gran parte de las instalaciones de producción de vidrio plano. En ese momento, la Real Fábrica se trasladó, por orden del rey Carlos III, a un nuevo edificio en las afueras del pueblo. La construcción, de estilo neoclásico, es uno de los mejores ejemplos que se conservan de arquitectura industrial en Europa de ese siglo y fue realizada en varias etapas por diversos arquitectos, entre los que destacan su diseñador, Díaz Gamones, o el mismo Juan de Villanueva. El inmueble albergaba tanto las dependencias y almacenes de la fábrica como un número considerable de las viviendas de sus obreros.

Durante los reinados de Carlos III y de su hijo, Carlos IV, la Real Fábrica se mantenía económicamente gracias a las aportaciones reales ya que, para favorecer el desarrollo de la producción de vidrio en España, los precios de venta de sus productos eran fijados por debajo de su coste de fabricación. La producción se vio detenida durante la ocupación francesa hasta que en 1815 el rey Fernando VII ordenó de nuevo la elaboración de vidrios. 

Sala de exposición en la antigua sala de raspamento, espacio de planta rectangular con un estrecho corredor en el centro, soportado por dos hileras de pilares y arcos rebajados. En ella se raspaban y desbastaban las lunas de vidrio destinadas a los espejos.    
Tras la muerte de Fernando VII, la fábrica perdió las ayudas económicas de la Corona y vio detenidos sus trabajos, alquilándose poteriormente sus talleres y almacenes a particulares y distintas empresas privadas que la mantuvieron en funcionamiento hasta mediados de la década de los años sesenta del siglo pasado, momento en el que quedó abandonada hasta que en 1982 se iniciaron los trabajos de rehabilitación que concluyeron con la instalación del Museo, de la Escuela y del Centro de Investigación y Documentación Histórica del Vidrio.
Museo del Vidrio, molde
Museo del Vidrio, maquinaria
Molde metálico para vidrio y fuente realizada con el mismo. 
Detalle de los ejes de la maquinaria. Nave principal.
El Museo del Vidrio cuenta con exposiciones permanentes y temporales dedicadas a este material y a su tecnología, permitiendo conocer la evolución y la forma de trabajarlo a lo largo de los siglos. Piezas históricas y contemporáneas, moldes, máquinas y herramientas forman parte de sus fondos, entre los cuales hay que destacar los siguientes apartados: 
 
Vidrio de La Granja XVIII-XIX. La colección, expuesta en la nave de raspamento, consta de más de 500 piezas de los períodos Barroco (1727-1787, con decoración floral grabada a rueda y dorada), Clasicista (787-1810, decoraciones tanto florales como de paisajes esmaltadas, doradas a fuego y talladas), Imperio (1815-1833, con ejemplos de decoración floral esquemática organizada en anchos frisos) e Historicista (1833-1880, con predominio de modelos en serie que imitan a otros de etapas anteriores). Se exponen diferentes tipologías y decoraciones utilizadas en los trabajos de la Real Fábrica. Pueden contemplarse arañas, cornucopias, compoteras, garrafas, copas, jarras, todas ellas en liso o decoradas con repertorios esmaltados, dorados a fuego, tallados o grabados. 

Tecnología del vidrio. La exposición, situada en la nave de hornos, muestra la tecnología vidriera utilizada en los distintos procesos de fabricación. Un gran horno de fusión, construido bajo una de las dos cúpulas de la nave encabeza la exposición, que se compone de maquinaria muy diversa empleada en la industria vidriera, así como utillajes, instrumental técnico, materias primas, moldes y distintos materiales para el vidrio soplado y prensado, manchones, mesas de vaciado, etc. Asímismo, de entre las ruinas de la antigua fábrica fueron rescatados importantes ejemplares de maquinarias antiguas muy diversas, como distintos molinos con grandes muelas de granito que se utilizaban para moler materias primas utilizadas en las composiciones de los vidrios, enfornadoras, cribas, laminadoras de vidrio colado, máquinas de trazado y corte en caliente, etc., que pueden verse en el área tecnológica del museo. 
Museo del Vidrio, vajillas
Museo del Vidrio, tejas
Piezas de vajillas realizadas en la fábrica de vidrio.
Tejas planas de vidrio coloreado.
Museo del Vidrio, botellas siglo xviii
Museo del Vidrio, botellas siglo xvii
Botellas europeas del siglo XVIII.
Botellas europeas del siglo XVII.
Colección de botellas y envases de los siglos XVI - XIX. Compuesta por más de trescientas piezas de botellas y envases europeos y de otros países. La mayoría de estos recipientes muestran el sello identificador de la propiedad, del fabricante o del comerciante, con algunas aportaciones de otros continentes destinadas a diferentes usos: farmacéutico, envasado, almacenaje, transporte, perfumería, trampas para insectos, etc. La mayor parte de los recipientes poseen una tonalidad verdosas traslúcida propia del color natural de vidrio, desde un verde oliva a otro más oscuro, dado que los recipientes oscuros protegen mejor a su contenido de la luz solar. Se exponen en la sala de raspamento.
 
Colección de vidrieras Maumejean. Siglos XIX - XX. La Casa Maumejean fue uno de los principales talleres de vidrieras artísticas de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. La empresa familiar, fundada en Francia en 1860, se extendió por diversos países de Europa. Varios de sus miembros se establecieron en Madrid (1898), donde realizaron numerosos trabajos para edificios civiles y religiosos. La empresa sigue aún en funcionamiento tanto para hacer vitrales como para repararlos. Las vidrieras están formadas por placas de vidrios pintados y luego fundidos a fuego según los métodos antiguos. Expuestas en la Sala del Espejo se pueden admirar veinte vidrieras del taller Maumejean y varios cartones para vidrieras. Los fondos existentes en el museo se componen aproximadamente de un total de 9.190 bocetos, 6.288 placas fotográficas, 26.130 m² de cartones y 26 vidrieras. Algunas de sus vidrieras pueden hoy contemplarse en la Catedral de Bayona, Ayuntamiento de Biarritz, Catedral de Sevilla, Catedral de Burgos, Catedral de María Inmaculada de Vitoria, Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava, Iglesia de San Ignacio de Loyola de San Sebastián, Catedral de Sta. María la Real de Pamplona y la Basílica de la Asunción de Ntra. Sra. de Lequeitio. En Madrid se conservan obras en el Casino de la calle de Alcalá, en el Hotel Palace, en el Hospital de Maudes o en el Centro Comercial ABC Serrano.
Museo del Vidrio, vidrieras Maumejean
Museo del Vidrio, trampa para insectos
Trampa para cazar insectos. Siglo XVII.
Vidrieras realizadas por la Casa Maumejean.
Muestra de vidrio artístico contemporáneo. Situada en la planta superior de la sala de Raspamento, recoge las últimas tendencias en vidrios de distintos países: España. Japón, Finlandia, República Checa. Autores como Vesa Varela, Narcissus Quagliata, Torres Esteban, Javier Gómez, Pedro García, Fujita, Fukunishi..., más de cien obras en una colección de diferentes artistas de todo el mundo que permite contemplar diversas creaciones artísticas surgidas a partir del desarrollo mde técnicas como el termoformado, el vidrio fundido, laminado o pasta de vidrio, etc.
 
Exposiciones temporales. El museo complementa su exposición mediante muestras temporales de otros museos del mundo. Se encuentra información de la programación de las mismas en la página web del museo. 
 
Demostraciones en el horno. Diariamente se puede observar en el museo cómo un operario emplea la técnica del soplado. La importancia de esta técnica inventada en el siglo I a.C. y aún hoy utilizada con distintas versiones, reside en que, gracias a la caña de soplar, pudieron hacerse piezas de mayores dimensiones, de paredes más finas y en un tiempo récord. Durante la demostración, el maestro extrae con la caña una primera toma de vidrio caliente o posta (a unos 1.100 C) del crisol, y sopla a través de la caña realizando una pequeña burbuja de vidrio y la introduce en el molde adaptándose así a su forma para conformar el depósito de la pieza. Formado el depósito se aplica el puntil por el extremo opuesto a la caña, y acto seguido se desprende la caña de la pieza, para poder así terminar el recipiente dando forma a la boca o aplicando las asas. Una vez terminado el proceso, hay que "recocer" el vidrio, es decir, enfriarlo muy lentamente en un horno llamado arca de recocido o mufla. Cuando la pieza ha completado el proceso de enfriamiento, está ya lista para su decoración  
Museo del Vidrio, vaso calendario
Museo del Vidrio, recipiente con tapa
Vaso decorado con calendario. Exposición. Principios del siglo XX.
Recipiente con tapa. Exposición. Principios del siglo XIX.